- Se vierten los líquidos y la sal en el vaso y se programa 1 minuto, temperatura 37º, velocidad 4.
- Se añade la levadura y se mezcla durante unos segundos a velocidad 4.
- Se incorpora la harina y se mezcla unos segundos a velocidad 4 y después 1 minuto a velocidad espiga.
- Se saca y se deja reposar para que crezca.
TRUCO: queda mucho mejor si en lugar de 200 de agua utilizamos mitad de leche y mitad de agua o los 200 de leche. Haced la prueba y me contáis. Además para los niños es mucho mejor porque además del queso le añades más calcio.
NOTA: cuando haya crecido la puedes separar en dos trozos más o menos iguales y, liadita en film transparente, congelarla. Sólo tienes que sacarla 5 o 6 horas antes de hacerla (o el día anterior la pasas del congelador al frigorífico). Con la mitad de la masa que hemos hecho sale la pizza que ves arriba más las pequeñas del duende (que puedes ver en el slide).
Berta la hace sin dejarla crecer y dice que está buenísima. Habrá que pedirle que nos invite, jeje.
Puedes tener siempre congeladas y si sabes que va a venir alguien sacarlas. Pero también puedes hacerlas en el momento porque son rapidísimas de hacer.
El horno es mejor que lo hayas precalentado a 250º.
Si doras la masa durante 10 minutos antes de ponerle los ingredientes verás que queda mucho más crujiente y se hace rapidísima.
Para los chicos y chicas sin thermomix (va por Martín y por Tere):
Ingredientes:
Aceite de oliva
Cerveza
Levadura (Royal)
Harina
Sal
Elaboración:
Para hacer la masa pondremos a partes iguales el aceite y la cerveza (yo ponía un vasito pequeños, de los del café, de cada uno). Le añadiremos un poquito de sal, la levadura. Iremos mezclando la harina hasta que la masa ligue y ni se pegue ni se rompa.
Ánimo chicos. Esta masa queda también buenísmia y cuando te la vas a comer ya has quemado, amasando, todas las calorías que le vas a meter.
¡Qué aproveche!
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